Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 119, 123-130

123 En pos de tu salvación languidecen mis ojos, tras tu promesa de

justicia.

124 Según tu amor trata a tu siervo, enséñame tus preceptos.

125 Yo soy tu servidor, hazme entender, y aprenderé tus dictámenes.
126 Ya es hora de actuar, Yahveh, se ha violado tu ley.

127 Por eso amo yo tus mandamientos más que el oro, más que el oro

fino.

128 Por eso me guío por todas tus ordenanzas y odio toda senda de

mentira.

129 = Pe. = Maravillas son tus dictámenes, por eso mi alma los
guarda.

130 Al abrirse, tus palabras iluminan dando inteligencia a los
sencillos.