Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 119, 81-144

81 = Kaf. = En pos de tu salvación mi alma languidece, en tu palabra
espero.

82 Languidecen mis ojos en pos de tu promesa diciendo: «¿Cuándo
vas a consolarme?»


83 Aun hecho igual que un pellejo que se ahúma, de tus preceptos no
me olvido.

84 ¿Cuántos serán los días de tu siervo? ¿cuándo harás justicia de mis
perseguidores?

85 Los soberbios han cavado fosas para mí en contra de tu ley.

86 Todos tus mandamientos son verdad, con mentira se me persigue,

¡ayúdame!

87 Poco falta para que me borren de la tierra, mas yo tus ordenanzas
no abandono.

88 Según tu amor dame la vida, y guardaré el dictamen de tu boca.

89 = Lámed. = Para siempre, Yahveh, tu palabra, firme está en los
cielos.

90 Por todas las edades tu verdad, tú fijaste la tierra, ella persiste.

91 Por tus juicios subsiste todo hasta este día, pues toda cosa es sierva

tuya.

92 Si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya habría perecido en mi

miseria.

93 Jamás olvidaré tus ordenanzas, por ellas tú me das la vida.
94 Tuyo soy, sálvame, pues tus ordenanzas voy buscando.

95 Para perderme me acechan los impíos, yo estoy atento a tus
dictámenes.

96 De todo lo perfecto he visto el límite: ¡Qué inmenso es tu
mandamiento!

97 = Mem. = ¡Oh, cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi
meditación.

98 Más sabio me haces que mis enemigos por tu mandamiento, que
por siempre es mío.

99 Tengo más prudencia que todos mis maestros, porque mi
meditación son tus dictámenes.

100 Poseo más cordura que los viejos, porque guardo tus ordenanzas.
101 Retraigo mis pasos de toda mala senda para guardar tu palabra.

102 De tus juicios no me aparto, porque me instruyes tú.

103 ¡Cuán dulce al paladar me es tu promesa, más que miel a mi boca!
104 Por tus ordenanzas cobro inteligencia, por eso odio toda senda de

mentira.

105 = Nun. = Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi
sendero.

106 He jurado, y he de mantenerlo, guardar tus justos juicios.

107 Humillado en exceso estoy, Yahveh, dame la vida conforme a tu
palabra.

108 Acepta los votos de mi boca, Yahveh, y enséñame tus juicios.
109 Mi alma está en mis manos sin cesar, mas no olvido tu ley.

110 Me tienden un lazo los impíos, mas yo no me desvío de tus
ordenanzas.


111 Tus dictámenes son mi herencia por siempre, ellos son la alegría
de mi corazón.

112 Inclino mi corazón a practicar tus preceptos, recompensa por
siempre.

113 = Sámek. = Aborrezco la doblez y amo tu ley.

114 Mi refugio y mi escudo eres tú, yo espero en tu palabra.

115 ¡Apartaos de mí, malvados, quiero guardar los mandamientos de
mi Dios!

116 Sosténme conforme a tu promesa, y viviré, no defraudes mi
esperanza.

117 Sé tú mi apoyo, y seré salvo, y sin cesar tendré a la vista
tus
preceptos.

118 Tú deshaces a todos los que se desvían de tus preceptos, mentira
es su astucia.

119 Tienes por escoria a todos los impíos de la tierra, por eso amo yo
tus dictámenes.

120 Por tu terror tiembla mi carne, de tus juicios tengo miedo.

121 = Ain. = Juicio y justicia he practicado, a mis opresores no me
entregues.

122 Sé fiador de tu siervo para el bien, no me opriman los soberbios.
123 En pos de tu salvación languidecen mis ojos, tras tu promesa de

justicia.

124 Según tu amor trata a tu siervo, enséñame tus preceptos.

125 Yo soy tu servidor, hazme entender, y aprenderé tus dictámenes.
126 Ya es hora de actuar, Yahveh, se ha violado tu ley.

127 Por eso amo yo tus mandamientos más que el oro, más que el oro

fino.

128 Por eso me guío por todas tus ordenanzas y odio toda senda de

mentira.

129 = Pe. = Maravillas son tus dictámenes, por eso mi alma los
guarda.

130 Al abrirse, tus palabras iluminan dando inteligencia a los
sencillos.

131 Abro mi boca franca, y hondo aspiro, que estoy ansioso de tus
mandamientos.

132 Vuélvete a mí y tenme piedad, como es justo para los que aman tu
nombre.

133 Mis pasos asegura en tu promesa, que no me domine ningún mal.
134 Rescátame de la opresión del hombre, y tus ordenanzas guardaré.

135 Haz que brille tu faz para tu siervo, y enséñame tus preceptos.
136 Mis ojos destilan ríos de lágrimas, porque tu ley no se guarda.
137 = Sade. = ¡Justo eres tú, Yahveh, y rectitud tus juicios!

138 Con justicia impones tus dictámenes, con colmada verdad.

139 Mi celo me consume, porque mis adversarios olvidan tus
palabras.


140 Acendrada en extremo es tu promesa, tu servidor la ama.
141 Pequeño soy y despreciado, mas no olvido tus ordenanzas.

142 Justicia eterna es tu justicia, verdad tu ley.

143 Angustia y opresión me han alcanzado, tus mandamientos hacen
mis delicias.

144 Justicia eterna tus dictámenes, hazme entender para que viva.