Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 27, 8-12

8 Dice de ti mi corazón: «Busca su rostro.» Sí, Yahveh, tu rostro
busco:

9 No me ocultes tu rostro. No rechaces con cólera a tu siervo; tú eres
mi auxilio. No me abandones, no me dejes, Dios de mi salvación.

10 Si mi padre y mi madre me abandonan, Yahveh me acogerá.

11 Enséñame tu camino, Yahveh, guíame por senda llana, por causa
de los que me asechan;

12 no me entregues al ansia de mis adversarios, pues se han alzado
contra mí falsos testigos, que respiran violencia.