Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 39, 5-13

5 (6) «Oh sí, de unos palmos hiciste mis días, mi existencia cual nada
es ante ti; sólo un soplo, todo hombre que se yergue,

6 (7) nada más una sombra el humano que pasa, sólo un soplo las
riquezas que amontona, sin saber quién las recogerá.»

7 (8) Y ahora, Señor, ¿qué puedo yo esperar? En ti está mi esperanza.
8 (9) De todas mis rebeldías líbrame, no me hagas la irrisión del

insensato.

9 (10) Me callo ya, no abro la boca, pues eres tú el que actúas.


10 (11) Retira de mí tus golpes, bajo el azote de tu mano me anonado.
11 (12) Reprendiendo sus yerros tú corriges al hombre, cual polilla

corroes su anhelos. Un soplo sólo, todo hombre. = Pausa. «=

12 (13) Escucha mi súplica, Yahveh, presta oído a mi grito, no te
hagas sordo a mis lágrimas. Pues soy un forastero junto a ti, un
huésped
como todos mis padres.

13 (14) ¡Retira tu mirada para que respire antes que me vaya y ya no
exista más!