Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Salmo 73, 9-27

9 ponen en el cielo su boca, y su lengua se pasea por la tierra.

10 Por eso mi pueblo va hacia ellos: aguas de abundancia les llegan.

11 Dicen: «¿Cómo va a saber Dios? ¿Hay conocimiento en el
Altísimo?»

12 Miradlos: ésos son los impíos, y, siempre tranquilos, aumentan su
riqueza.

13 ¡Así que en vano guardé el corazón puro, mis manos lavando en la
inocencia,

14 cuando era golpeado todo el día, y cada mañana sufría mi castigo!
15 Si hubiera dicho: «Voy a hablar como ellos», habría traicionado a

la raza de tus hijos;

16 me puse, pues, a pensar para entenderlo, ¡ardua tarea ante mis ojos!

17 Hasta el día en que entré en los divinos santuarios, donde su
destino comprendí:

18 oh, sí, tú en precipicios los colocas, a la ruina los empujas.

19 ¡Ah, qué pronto quedan hechos un horror, cómo desaparecen
sumidos en pavores!

20 Como en un sueño al despertar, Señor, así, cuando te alzas,
desprecias tú su imagen.

21 Sí, cuando mi corazón se exacerbaba, cuando se torturaba mi
conciencia,

22 estúpido de mí, no comprendía, una bestia era ante ti.

23 Pero a mí, que estoy siempre contigo, de la mano derecha me has
tomado;

24 me guiarás con tu consejo, y tras la gloria me llevarás.

25 ¿Quién hay para mí en el cielo? Estando contigo no hallo gusto ya
en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón se consumen: ¡Roca de mi corazón, mi
porción, Dios por siempre!

27 Sí, los que se alejan de ti perecerán, tú aniquilas a todos los que te
son adúlteros.