Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Éxodo 13, 8-21

8 En aquel día harás saber a tu hijo: “Esto es con motivo de lo
que
hizo conmigo Yahveh cuando salí de Egipto.”

9 Y esto te servirá como señal en tu mano, y como recordatorio ante
tus ojos, para que la ley de Yahveh esté en tu boca; porque con mano fuerte
te sacó Yahveh de Egipto.

10 Guardarás este precepto, año por año, en el tiempo debido.»

11 Cuando Yahveh te haya introducido en la tierra del cananeo, como
lo tiene jurado a ti y a tus padres, y te la haya dado,

12 consagrarás a Yahveh todo lo que abre el seno materno. Todo
primer nacido de tus ganados, si son machos, pertenecen también a
Yahveh.

13 Todo primer nacido del asno lo rescatarás con un cordero; y si no
lo rescatas lo desnucarás. Rescatarás también todo primogénito de entre tus
hijos.


14 Y cuando el día de mañana te pregunte tu hijo: “¿Qué significa
esto?”, le dirás: “Con mano fuerte nos sacó Yahveh de Egipto, de la casa de
servidumbre.”

15 Como Faraón se obstinó en no dejarnos salir, Yahveh mató a todos
los primogénitos en el país de Egipto, desde el primogénito del
hombre
hasta el primogénito del ganado. Por eso sacrifico a Yahveh todo
macho
que abre el seno materno, y rescato todo primogénito de mis hijos.

16 Esto será como señal en tu mano y como insignia entre tus ojos;
porque con mano fuerte nos sacó Yahveh de Egipto.»

17 Cuando Faraón dejó salir al pueblo, Dios no los llevó por el camino
de la tierra de los filisteos, aunque era más corto; pues se dijo Dios: «No
sea que, al verse atacado, se arrepienta el pueblo y se vuelva a Egipto.»

18 Hizo Dios dar un rodeo al pueblo por el camino del desierto del
mar de Suf. Los israelitas salieron bien equipados del país de Egipto.

19 Moisés tomó consigo los huesos de José, pues éste había hecho
jurar solemnemente a los israelitas, diciendo: « Ciertamente
Dios os
visitará, y entonces llevaos de aquí mis huesos con vosotros.”

20 Partieron de Sukkot y acamparon en Etam, al borde del desierto.

21 Yahveh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para
guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos,
de modo que pudiesen marchar de día y de noche.